Colombia es un país lleno de contrastes e ironías. Ha sido maldecido por más de cuarenta años por una guerra que no tiene norte ni sur, ha sido desangrado por la corrupción de sus mandatarios y para ser más de malas cuando el divino azar lo acompaña es para justificar injusticias y admitir desaciertos.
Así quedó demostrado este martes después que terminará el partido entre Colombia y Venezuela en el sudamericano sub 20, en el cual el conjunto cafetero empató a un gol. En la tabla de clasificaciones Colombia quedó empatada en puntos con el seleccionado ecuatoriano por lo que de manera atípica -pero como las normas del torneo advertían, pues las dos selecciones empataron en todos los ítems de desempate - tuvo que escogerse el clasificado por medio de un sorteo.
Fue la mano izquierda de Germán Castellanos, directivo de la Federación Colombiana de Fútbol, quien tuvo la "fortuna" de sacar la papeleta que decía en letras grandes "sí clasifica", mientras que el conjunto ecuatoriano tuvo que ver el final de sus ilusiones de entrar al hexagonal con el papel que decía "no clasifica".
Pese a que en sus cuatro partidos la selección tricolor no perdió ninguno pues en su début contra Perú ganó por la mínima diferencia con un curioso gol y pese a que tuvieron más de un tiempo jugando con un hombre de más, muchas veces se salvaron del empate. Contra Ecuador empataron sin goles en un partido sin muchas emociones y frente a Argentina anotarón dos goles en los primeros 20 minutos pero al final el partido terminó 2-2.
En el último encuentro -y el peor de todos- contra Venezuela el muy críticado por los hinchas y muy ovacionado por los dos técnicos (porque a quién quiere engañar Lara) Crisitiam Nazarit botó un penalti en el último minuto de juego que le daba el triunfo y la clasificación directa a Colombia .
Para el columnista de Futbolred.com, Carlos Cortés, "Colombia celebró los goles que no metió jugando al bingo (...) Dicen que los penalties son una lotería, pero al menos es una lotería que se juega con los pies y se gana pateando un balón. Les hace falta imaginación a los de la Confederación y a la Fifa; bien podrían inventarse una partida de póquer en la cancha, un concurso de celebración de goles en la línea lateral o un maratón de salsa en el área chica. Algo más digno que una devaluada moneda".
Tratando de justificar el hecho el sub director de deportes del diario El Tiempo, Gabriel Briceño escribió que "como decía en sus años dorados el narrador Rafael Araújo Gámez 'ya no es tiempo de llorar'. Tampoco de inventar, ni menos de intentar hacer que lo que no se practicó en un año largo de preparación". Briceño cree que el equipo colombiano tiene "enteras posibilidades de clasificar al Mundial de Egipto".
Para el periodista este "equipo de jugadores grandotes, robustos y fuertes, como los prefiere Eduardo Lara para las categorías Sub-20 y Sub-17, es quizás el que menos cualidades técnicas posee". Además añadió que para clasificar hay que "respetar el estilo, el biotipo de los jugadores y el aprendizaje táctico que hay, no significa solamente correr y tirar la pelota a cualquier parte. Si algo necesita aplicar con urgencia la Selección Sub-20 es pensar en cada acción de juego, tener la cabeza fría y al menos intentar darle un uso más práctico y efectivo a la pelota".
Colombia sólo tiene tres días para recuperar su espíritu y buscar su fútbol perdido a lo largo del torneo pues el sábado se volverá a enfrentar a Venezuela y muchos colombianos esperan que la selección muestre un fútbol más efectivo, que los delanteros anoten y que no se cometan errores defensivos y así lograr uno de los cuatro puestos para ir al mundial de la categoría. Sólo el tiempo dirá sí los dos técnicos aprendieron de los errores de los anteriores partidos y los jugadores muestren su talento, porque si no la moneda no nos va a salvar otra vez.
Entre paréntesis: Para ver los contrastes e ironías del pueblo colombiano y su realidad ese mismo día casi a la misma hora del final del partido estalló en Bogotá un petardo en el norte de la ciudad que mató a dos personas y dejó a 20 más heridas. Aunque si hubo un cubrimiento de los medios nacionales sobre el hecho, la "clasificación" de Colombia a los hexagonales se dio como la noticia positiva del día y una justificación para olvidar el acto terrorista. Como lo dijo el escritor Albert Camus "nación es la selección de fútbol".