El abogado Rafael Barrios Mendivil, representante de los familiares de los 11 desaparecidos del Palacio de Justicia, le solicitó al Tribunal Superior de Bogotá aumentar la condena proferida el pasado 9 de junio contra el coronel (r) Luis Alfonso Plazas Vega de 30 a 40 años.
El ex comandante de la Escuela de Caballería fue condenado por el delito de desaparición forzada agravada en los hechos de la toma del Palacio de Justicia ocurrida el 6 y 7 de noviembre de 1985. Sin embargo para el jurista está condena "no es coherente por ser un caso de lesa humanidad", por lo que pidió 10 años de prisión contra el alto oficial que está purgando su pena en la Escuela de Artillería, ubicada en el Cantón Norte en Bogotá, lo que también ha sucitado críticas por parte del abogado de la parte civil.
El ex comandante de la Escuela de Caballería, fue señalado como uno de los comandantes de la operación de retoma que terminó con la recuperación de la edificación, pero que también dejo un saldo de más de 100 muertos durante el intercambio de disparos y el incendio -provocado según algunos testigos por los rockets disparados por los tanques que él mismo comandaba- además de 11 personas desaparecidas (8 empleados de la cafetería, 3 visitantes ocasionales y una guerrillera).
Para la juez tercera penal de Bogotá, estás personas salieron con vida del Palacio y dirigidas por personal del Ejérctio, entre otros, a la Casa del Florero donde fueron torturadas por ordenes de Plazas Vega en la Brigada XIII, bajo el pretexto que eran guerrilleros y habían participado en el ingreso de armas y municiones para el grupo guerrillero. Algunas de estas personas fueron transportadas en la noche del siete de noviembre al Cantón Norte donde quedaba la Escuela de Caballería y el B-2 donde las toruras continuaron hasta producirles la muerte.
UNA CONDENA HISTÓRICA
La misma noche del 9 de junio, el presidente Álvaro Uribe y la cúpula militar realizaron una improvisada rueda de prensa televisada en la que catalogaban como "un golpe a la moral de las Fuerzas Militares". El presidente de la República precisó que "a un integrante de las Fuerzas Armadas de Colombia que simplemente buscó cumplir con su deber. Duele, da tristeza".
Esa misma noche en la misma alocución instó a "blindar a los militares" y crear una legislación especial para proteger a las Fuerzas Armadas. Asimismo cuestionó que de los "verdaderos participes ninguno había sido juzgado y estaba en la cárcel", olvidando que fue él quien como senador promulgó el indulto al M-19 en 1992 buscando así "perdón y olvido" por todas sus acciones, incluido la toma del Palacio de Justicia.
Una semana después, la defensa del coronel, el jurista Jaime Granados, radicó la apelación ante el Tribunal Superior de Bogotá argumentando que su defendido"no era autónomo para actuar dentro del Palacio" señalando como primera prueba que la persona que comandaba la operación era su superior, el entonces comandante de la Brigada XIII, general Jesús Armando Cabrales, por lo que el coronel Plazas Vega "sólo siguió ordenes".
Sobre la presunta responsabilidad del ex comandante de la Escuela de Caballería en los interrogatorios realizados al interior de la Casa del Florero, el jurista explicó que "esa responsabilidad recayó desde el primer momento sobre el coronel Edilberto Sánchez Rubiano comandante del B-2 (Comando de inteligencia del Ejército) quien también es investigado por los hechos de los desaparecidos y "durante la operación de retoma fue la persona que le transmitía esa información al general Arias Cabrales y al coronel Luis Carlos Sadovncik".
Los familiares de los 11 desaparecidos consideraron que la pena era justa pero no respondía el primer y más importante interrogante: ¿dónde están los cuerpos? "Si el condenado no responde a esto no importa si son 30 o 100 años de cárcel, llevamos 20 años esperando a qué se nos de alguna noticia de nuestros seres queridos y queremos que las personas encargadas de desaparecerlos sean castigadas pero también que respondan", señaló César Rodríguez, hermano de Carlos Augusto Rodríguez, administrador de la cafetería.
Por su parte, la esposa del coronel, Thania Vega de Plazas, consideró que la solicitud de los abogados de la parte civil de aumentar la condena era un "exhabrupto" al considerar que sólo se quería hacele más daño a un hombre inocente.
El Tribunal Superior de Bogotá tendrá que dar en el próximo mes una respuesta a esta solicitud mientras analiza el recurso de apelación presentado por Granados. Mientras que el coronel de 62 años ya está próximo a cumplir dos meses de su condena.