martes, 28 de abril de 2009

Un llamado a la memoria

El 28 de abril de 2004  ocurrió en Bogotá un hecho al que muy pocos le han encontrado una explicación lógica. Corrían las 4 de la tarde cuando la ruta 12 del colegio Agustiniano Norte que transitaba por la Avenida Suba con 134 vio truncado su recorrido cuando una mezcladora de cemento encargada de las obras de Transmilenio se salió de su carril, rompió la frágil separata vial y cayó encima suyo. Luego todo fue caos, las ambulancias, los bomberos y la policía llegaron al lugar del accidente tratando de salvar a los niños.

El tráfico se paralizó y minutos después se conoció la lamentable noticia en todos los rincones de la ciudad y del país. De las 55 personas que viajaban en el bus -45 de ellas eran niños- 21 murieron en el instante, además de el conductor del bus, un profesor y un obrero.  La noticia tocó los corazones de los colombianos, no era para menos, 21 niños habían perdido la vida por la irresponsabilidad de un grupo de personas, porque la Alcaldía nunca revisó las medidas de seguridad de la obra, por negligencia de Transmilenio y del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). 

Al velorio de los veintiún angelitos, como los llamaron desde entonces, asistieron los compañeros del colegio, alumnos de otros planteles educativos, padres de familia, el alcalde Luis Eduardo Garzón, el presidente Álvaro Uribe, su esposa y miles de personas más. Los dos mandatarios prometieron investigar el hecho y encontrar y judicializar a los culpables. Hoy no hay ningún responsable del acto, los padres tendrán que vivir todos sus demás días recordando ese fatídico momento en que un "accidente" les quito a sus hijos y les dejo una marca en el corazón imborrable.   

En el Jardín Botánico de Bogotá se rindió un homenaje a los niños, los padres de familia de las víctimas sembraron un árbol al que le colocaron el nombre de sus hijos. Meses después en el lugar del accidente quedaron grabados los rostros de cada uno de ellos y una estatua grande de un ángel. Para conmemorar los cinco años de esa tragedia se realizaron varias ceremonias en la capital del país y en el Colegio Agustiniano Norte. Pero el mayor homenaje que se les puede hacer es que los culpables paguen, el dinero y las figuras en bronce no satisfacen los corazones de estos padres de familia. 

En estos cinco largos años, diesiseis de las familias afectadas por el trágico accidente lograron una remuneración economica con el consorcio Alianza Suba, responsable y dueño de la mezcladora de cemento. Pero la familia Páramo no conciliaron y en la misa que se realizó en el Colegio Agustiniano afrimaron que "queremos que haya resposanbilidades. Que nosotros, como familias, podamos sentirnos dignas de nuevo, porque al paso que vamos, les saldremos a deber a los de Alianza Suba". 

El 28 de abril de 2010 prescribe el caso y Páramo y las otras familias que llevan el proceso penal se siente cada día más abandonadas. Un forma de rendirle memoria a las 21 víctimas es que haya justicia, que los culpables de esa insolencia paguen por su negligencia. "Queremos que Alianza Suba dé la cara, que los verdaderamente reponsables de lo que pasó tengan la gallardia de pedir perdón". En su opinión, el que ex directivos de ese consorcio sigan trabajando en las obras de la ciudad es una burla para las familias. Si el caso prescribe, el señor Páramo dice que lo llevará a la Corte Internacional. 

martes, 14 de abril de 2009

¿El partido del año?

Aunque sólo han corrido cuatro meses del presente año, muchos aficionados al fútbol afirman que el partido de vuelta jugado entre Chelsea y Liverpool  en el Stanford Bridge por los octavos de final de la UEFA Champions League es el mejor partido del año y que muy difícilmente se podrá ver otro igual en mucho tiempo. Lo que mostraron en la cancha estos dos equipos ingleses fue algo que muy pocos esperaban presenciar y  fue una total contradicción al nuevo estilo defensivo que se está implementando en muchas ligas del mundo.  

Pese a perder 1-3 en su casa Liverpool llegó al estadio de los blues con la mentalidad de ganar y desde el primer minuto demostró entrega y un juego ofensivo, pero Chelsea no jugó a la defensiva como muchos habían especulado y como ciertamente enfrentaría el juego un técnico que mediante insultos, excusas y pucheros renunció hace poco a un club en Colombia. El equipo dirigido por Gus Hiddink no se confió de su ventaja y sus once jugadores salieron a la cancha a enfrentar a su rival como auténticos gladiadores. 

Una muestra de jerarquía, buen fútbol y sobre todo respeto por el rival y por el deporte más bello del mundo. Así fue el partido entre estos dos equipos que representaron a la perfección la mentalidad de la liga más poderosa y llamativa del mundo en estos momentos y que nuevamente podría tener por lo menos a uno sus equipos en la gran final. 

Rafael Benítez un técnico caracterizado por su técnica y por estudiar minuciosamente al rival también demostró ser un motivador y convenció a sus jugadores y cuerpo técnico que pese al resultado negativo en el partido de ida se podría ganar el juego y clasificar a las semifinales como lo había afirmado en declaraciones a los medios de comunicación días antes del encuentro. Esta misma mentalidad la demostró en la final jugada en Estambul en el 2005 frente a Milan  cuando después de ir perdiendo 3-0 en el primer tiempo lograron empatar y en los penalties  se llevaron la Champions. 

Claro que algunos han considerado que el marcador final (4-4) fue un atentado a la táctica y defienden el ideal purista del fútbol que afirma que la cantidad de goles no es directamente proporcional a la calidad del partido, en este caso los ingleses brindaron un festival de goles, de técnica, sacrificio y respeto por el espectáculo futbolístico. Sería excelente que los técnicos colombianos implementaran en sus jugadores la mentalidad ganadora, esa hambre de triunfo y pese a las dificultades planteadas y resultados en contra enseñarles que la lucha y entrega  siempre los van a beneficiar.     

Este sin duda alguna será un partido que pasara a la historia y el aficionado debe revisarlo para entender que pese a toda la estrategia y el fútbol ultradefensivo que han presentado varios técnicos alrededor del mundo, Liverpool y Chelsea hicieron recordar que el fútbol ofensivo es más útil para el espectáculo, hace vibrar los corazones, emociona el alma y hace recordar la razón principal del fútbol. Mientras que para los técnicos de la mayoría de clubes y selecciones es un argumento para cambiar su forma de pensar y de parar a sus equipos en la cancha. 

Es necesario resaltar el trabajo del delantero marfileño Didier Drogba quien representó dos grandes ideales del fútbol: entrega y sacrificio, y pese a que en un partido como estos es casi imposible decir quien fue la figura del juego, el jugador africano fue uno de los más destacados por su papel en la recuperación del balón, su labor defensiva, creación de varias opciones de gol y entrega en los 90 minutos.  

martes, 7 de abril de 2009

Es hora de ponerle fin a la violencia en los estadios en Colombia

Sólo se puede catalogar como vergonzoso lo ocurrido con el jugador del Deportivo Cali, Juan Guillermo Domínguez el pasado domingo cuando unos mal llamados hinchas que merecen más el calificativo de vándalos -en este caso homicidas- que creen que con humillar, golpear y hasta matar a un hincha de otro equipo van a ganar el partido o con eso demuestran más amor por la camiseta, atacaron con piedras el bus que transportaba al equipo azucarero y en el cual el jugador en cuestión vio afectada su integridad personal. 

El primer llamado de atención va para que una de las hinchadas más grandes del país y una de las más fieles como la es la de Millonarios la cual no puede permitir que un grupo pequeño pero destructor estigmatice la camiseta azul y ponga en vergüenza en este caso no sólo al equipo albiazul sino a toda la ciudad de Bogotá. Es obligación de todas las personas que disfrutan del fútbol y son aficionados de algún equipo evitar y tratar de ponerle fin a estos actos violentos que sólo manchan el mejor más vistoso del país. 

A su salida del hospital y en sus múltiples entrevistas a los medios de comunicación nacionales e internacionales, Domínguez afirmó que el bus que los transportaba no contaba con las medidas mínimas de seguridad como películas en los vidrios y sólo los acompañaba un patrullero, además que el conductor los metió por una ruta alterna lo que puso en grave riesgo la seguridad del equipo caleño.

Nuevamente la secretaria de gobierno de Bogotá, Clara Rojas, minimizó los hechos de la misma forma que lo hizo frente al asesinato en la 85 con 15 de Juan Pablo Arenas en diciembre pasado, y sólo atinó a decir que era un acto realizado por un individuo aparte de toda la hinchada de Millonarios y afirmó que no se van a judicializar de manera colectiva a las principales barras bravas de Millonarios.   

El sábado pasado las cámaras de televisión del canal FPC captaron hechos violentos entre las hinchadas de Nacional después de la derrota del equipo contra Once Caldas en Medellín. Como se pudo ver claramente en las imágenes los hinchas portaban armas blancas y las medidas de seguridad de la policía fueron inútiles. En las grescas se registró un número de cuatro heridos de gravedad entre los que se encontraba un menor de edad. En Bucaramanga también se presentaron hechos violentos pese a la victoria del equipo contra Rionegro

Sé que las comparaciones son odiosas pero en este caso son necesarias, en Uruguay, Italia y Alemania en el año 2008 se cancelaron fechas completas en las primeras divisiones por hechos de violencia. Sería bueno que los colombianos dejáramos de copiar todo lo malo y sí tener como referencia directa estas muestras de rechazo a la violencia en los estadios de fútbol. 

domingo, 5 de abril de 2009

15 años sin Kurt Cobain

"Es mejor quemarse que apagarse lentamente". Con esta frase Kurt Cobain se despidió del mundo en la carta que dejó antes de morir hace 15 años.

20 de febrero de 1967 - 5 de abril de 1994, Seattle, WA. 

En sus canciones Kurt Cobain siempre reflejó los episodios de su existencia, desde que era un niño hasta los que serían los últimos días de su vida. “Después de cenar, comí helado, me dormí y miré la televisión, luego desperté en los brazos de mi madre”. Temas como ‘Sliver’ son algunos de los rastros de la tristeza y la soledad que le provocó la separación de sus padres y peor aún, el hecho de que su propia familia lo expulsara de su casa cuando él apenas tenía ocho años. De esta manera vivió durante una gran parte de su niñez en la casa de un profesor de su escuela y tiempo más tarde creció con algunos de sus familiares que representaron una figura de hogar durante su adolescencia.

Desde que era muy pequeño Cobain siempre demostró su pasión por la música, especialmente por el rock. A sus cuatro años ya era fan de The Monkeys y The Beatles, agrupaciones que imitó con la voz dulce e inocente de un niño, pero con la misma furia que siempre le inyectó a su puesta en escena en las tarimas. “Era un hombrecito bastante ruidoso” asegura Mary, la tía incondicional que siempre lo apoyó en su carrera como músico, quien le regaló su primera guitarra e hizo las primeras grabaciones de su sobrino en una mesa de mezclas de siete pistas, como ella lo asegura en un documental de la BBC acerca de la vida y muerte de Kurt Cobain, titulado ‘Kurt y Courtney ’.

En crecimiento de Kurt Cobain en medio del punk

Black Sabbath, The Sex Pistols, Kiss y The Clash eran los grupos infaltables en su walkman y que indudablemente influyeron en muchas de las composiciones que dio a luz desde sus catorce años, momento desde el cual empezó a experimentar con diferentes estilos musicales y aprovechaba su trabajo como roadie en la banda The Melvins, agrupación original de Seattle de heavy punk con la que también tocó durante algún tiempo, así como lo hizo con Fecal Matter.

Tras su experiencia con agrupaciones punkeras, Kurt Cobain conformó otra banda en Aberdeen, WA, llamada The Staff Woodies en la que él tocaba la batería. Más adelante, tras la rotación continua de algunos integrantes, Cobain se convirtió en el guitarrista y vocalista de la misma banda a la cual bautizaron como Skid Row. En 1986 su baterista Aaron Burkhart abandonó el grupo y fue reemplazado por Chad Channing. Un año después, la banda fue llamada Nirvana.

Kurt alcanza el éxito y la fama con Nirvana

Nirvana empezó a darse a conocer en Olimpia con diez demos producidos por Jack Endino, uno de los fundadores del sello independiente de Seattle Sub Pop con quien lanzaron en su primer single ‘Love Buzz’, tema que hace parte de su primer álbum ‘Bleach’ (1989). Un disco que en su realización tuvo un costo de 600 dólares y fue catalogado como uno de los favoritos en las estaciones de radio universitarias de Estados Unidos e Inglaterra.

Tras su éxito con ‘Bleach’, Cobain emprendió junto a su banda un viaje por algunas ciudades de Estados Unidos y presentó su primer show fuera de su país en Newcastle, Inglaterra. En 1991 se unió a la banda Dave Grohl, líder de Foo Fighters y bajo el sello  Geffen Records produjeron su segundo disco ‘Nevermind’, al cual se le atribuyen éxitos como ‘Come as you are’, ‘Lithium’ y ‘Smells like teen spirit". Con este trabajo Nirvana alcanzó un alto nivel de fama y obtuvo grandes reconocimientos por parte de importantes medios de comunicación, presentándose en ‘Saturday Night Live’ de la NBC y en programas como ‘Headbanger Ball’ de MTV.

La decadencia de una estrella en pleno resplandor

El abuso de drogas como la morfina y heroína dio inicio al que sería el periodo más crítico en los últimos años de Kurt Cobain, a principios de los noventa. Sin embargo, al parecer la vida de este artista se tornó mucho más feliz cuando se casó en 1992 con su novia Courtney Love y nació su hija Frances Bean.

Después del lanzamiento de su compilado ‘Incesticide’, el panorama para Kurt Cobain empezó a oscurecer cuando en 1993 sufrió una sobredosis de heroína. Tras un periodo en un centro de rehabilitación, regresó junto a su banda para lanzar su cuarto álbum ‘In Utero’, un disco con tonos nihilistas y oscuros con canciones fuertes y disonantes que al parecer predecían su muerte. -‘I Hate Myself And Want To Die’ del disco ‘With the lights out’ expone con mayor crudeza las dificultades que este artista estaba soportando a causa de su pelea contra el éxito y otros miedos-.

Una despedida desconectada

El disco ‘MTV Unplugged in New York’ es considerado como una de las despedidas de Kurt Cobain, no sólo porque en este show recopiló los temas más representativos y desgarradores de la vida de Nirvana, sino también porque fue él quien preparó el escenario para que pareciera un funeral. En este álbum póstumo Cobain manifiesta toda su emocionalidad con canciones como ‘Jesus don't want me’ y se despide con ‘Where did you sleep last night’.

Después de su último concierto en Munich, Alemania y de haber sido hospitalizado por una sobredosis de heroína, Kurt abandonó el hospital y se desapareció del mundo. Tres días más tarde un electricista que fue hacer una reparación a la casa del cantante lo encontró muerto en el garaje con una herida de bala en su rostro. –El dictamen de las autoridades fue que Kurt Cobain se suicidó con su propia escopeta después de haberse drogado con heroína-.

Sin un lugar para conmemorar su muerte

Antes y después de su muerte, Kurt Cobain ha sido considerado como la representación de una generación alternativa y desequilibrada, que no sólo dejó un vació inmensurable  en la música sino también en sus seguidores, aquellos que después de quince años conmemoran la  muerte de una estrella que se esfumó de forma repentina y devastadora. Y aunque muchos fans quisieran rendirle un homenaje sobre su tumba, se quedarán con la frustración de no tener a donde llevarle flores, pues su esposa desde un principio decidió tirar  una parte de sus cenizas al río Wishkak, otra la llevó a un templo budista de la ciudad de New York y se quedó con una pequeña porción guardada en una mochila en forma de oso que fue robada en su casa, al parecer durante una fiesta ofrecida por la viuda.

Catalogado como una de las figuras más influyentes de la historia del rock, son muchos los que todavía se estremecen con la música de un artista que prefirió abandonar el mundo porque sentía que se le había acabado su pasión como músico, y porque tenía miedo de ver crecer a su adorada hija como una rockera autodestructiva y miserable, un ser igual  a su padre, según la concepción que él tenía de sí mismo.